ISAÍAS 65:1
Querido Señor, elevamos nuestras oraciones por la ciudad de París, inspiradas en tu promesa del Salmo 2,8: “Pídeme y haré de las naciones tu heredad, de los confines de la tierra tu posesión” Te pedimos humildemente que bendigas a París y a sus habitantes, que los introduzcas en tu heredad. Que conozcan tu profundo amor y encuentren la salvación en tu gracia. También nos dirigimos a la fuerza que nos ofrece Isaías 40:9: “Tú que traes buenas nuevas a Sión, sube a un monte alto. Tú que traes buenas noticias a Jerusalén, alza tu voz con un grito, levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: “¡Aquí está vuestro Dios!”‘ Oramos fervientemente por los creyentes de París. Dales poder, Señor, para compartir Tu buena nueva con valentía y pasión. Que alcen sus voces para proclamar Tu presencia en esta ciudad, sin dejarse intimidar por el miedo o la vacilación.
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